Zanahorias medianas 20
Tomillo deshojado 1 taza
Rúcula 1 atado
Limones 4
Cebollas coloradas 2
Vasos de vino blanco sémillon 2
Jugo de 1 limón
Miel 1 cucharada
Aceite de oliva extra virgen 1 taza
Sal y pimienta a gusto
Lave cuidadosamente las zanahorias con la cáscara. Corte las cebollas en pluma. Coloque los limones enteros en una cacerola
con agua, lleve al fuego y hiérvalos durante 3 horas. Deje enfriar y córtelos en varios pedazos con las manos. Con un cuchillo
pequeño ráspelos quedándose sólo con lo amarillo de la cáscara. Descarte la pulpa, cúbralos con aceite de oliva y reserve.
Disponga las zanahorias en una placa rociada con el aceite de oliva. Agregue el vino blanco, la sal, la pimienta y la mitad
del tomillo junto con las cebollas. Lleve al horno a fuego fuerte y cocine las zanahorias hasta que se doren.
Vinagreta: prepárela con el jugo de limón, la miel, el tomillo restante y el aceite de oliva.
Presentación: sirva las zanahorias calientes, rocíelas con la vinagreta de tomillo y la piel de limón confitada reservada.
Para terminar, decore con las hojas de rúcula.
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