500 ml de vinagre de vino blanco
1 cucharada de semillas de mostaza
1/2 cucharadita de semillas de comino
3 hojas de laurel
185 g de azúcar
400 g de coliflor en ramilletes
Ponga el vinagre, el laurel, el azúcar y las semillas en una cacerola.
Remueva a fuego medio hasta que se disuelva el azúcar.
Lleve a ebullición, baje el fuego y añada la coliflor.
Cuézala 4 minutos, o hasta que esté tierna pero firme.
Retire la cacerola del fuego y deje que la coliflor se enfríe en el líquido.
Sírvala fría o a temperatura ambiente.
Para conservar la coliflor, enjuague una jarra de cristal con agua hirviendo y séquela en el horno a temperatura media.
Vierta en ella el líquido y la coliflor aún calientes y ciérrela herméticamente antes de que se enfríen.
Se conserva hasta 3 meses sin abrir.
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