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4 patatas hermosas
una loncha de jamón serrano
un huevo
un cuarto de litro de leche y otro cuarto de nata líquida
una pizca de aceite, sal y pimienta.
Se pelan las patatas, se lavan, se parten en cuatro trozos y cada uno de ellos, a su vez, se corta en rodajas, más o menos
del tamaño de una moneda, no muy gruesas.
La loncha de jamón se parte en cuatro o cinco trozos. A continuación, se pone una sartén antiadherente al fuego con la pizca
de aceite y, en el momento en el que esté bien caliente, se posan los trozos de jamón y se dan unas vueltas justo para que
tomen una pizca de color y deshagan su grasa en la sartén.
Se retira el jamón, se añade entonces un poco más de aceite y se vuelcan las patatas, que se dejan dorar, a fuego fuerte durante
unos segundos, hasta que adquieran un tono rubio bien apetitoso. A continuación, se sazonan y se escurren (deberán quedar
crudas en el interior). se colocan en el fondo de una fuente de horno y, sobre ellas, los trozos de jamón.
Para finalizar, se baten en un bol el huevo, la nata líquida y una pizca de sal y se vierte esta mezcla sobre el jamón y las
patatas hasta cubrirlas. Entonces, se mete la fuente en el horno precalentado a 200 oC y se mantiene hasta que la patata se
haga, se cuaje el conjunto y ofrezca un aspecto apetitoso. Serán necesarios al menos 35 minutos
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