-24 alcachofas crudas
-4 cucharadas de aceite de oliva
-3 dientes de ajo picado
-Una loncha de jamón ibérico
-Perejil picado
-Sal

Se limpian las alcachofas, retirando las hojas oscuras exteriores, para dejar sólo los centros tiernos. A continuación se
pela la parte de la base, con la ayuda de un cuchillo pequeño afilado, retirando las partes verdes y dejando al aire la carne
blanquecina. Además, se cortan la punta y los extremos de las hojas duras. Esta limpieza se debe hacer justo antes de cocinarlas,
nunca con mucha antelación, porque las alcachofas se ennegrecen y pierden vistosidad.

Apoyadas sobre la tabla de cortar, se laminan en rodajas de medio centímetro de grosor

Rápidamente, se coloca una sartén antiadherente a fuego fuerte con el aceite y cuando se calienta, se añaden las alcachofas,
dando vueltas sin dejar de mover, para que no se peguen y se vayan dorando y cocinando suavemente. Se trata de que queden
doradas, pero prolongando la cocción durante cinco o diez minutos, para que, a la vez, se cocinen. Deben quedar crocantes
y con el corazón tierno.

Justo antes de sacarlas del fuego, se sazonan y se añade el jamón cortado en finas tiras, el ajo picado y el perejil. Se dan
unas vueltas medio minuto más sin que se queme el ajo y se retira. Se pueden servir como guarnición o, añadiendo unos huevos
batidos, cuajadas en tortilla o revuelto
|