-Un manojo de acelgas
-4 patatas hermosas
-4 cucharadas de aceite de oliva
-4 dientes de ajo
-Harina y huevo para rebozar
-Aceite de oliva o de girasol para freír
-Sal
Se pelan las patatas y se cortan en pedazos grandes y se separan las pencas de acelga de las hojas verdes.
Las pencas se limpian de hilos y se parten en pedazos de entre siete y ocho centímetros de largo. Las hojas verdes también
se limpian y se parten a cuchillo en tiras alargadas.
A continuación, y durante 20 minutos, se cuecen las patatas y las pencas en agua ligeramente salada, hasta que estén tiernas.
Se escurren, se guarda un poco de caldo de cocción y en la misma cazuela, al calor, se reservan las patatas cocidas.
Seguidamente, se rebozan las pencas de acelga cocidas cuidadosamente en harina y huevo y se fríen en abundante aceite. Se
escurren y reservan. Se limpia la sartén y se añaden las cuatro cucharadas de aceite y los ajos. Una vez bien dorados, se
incorporan las hojas verdes de acelga y se les dan unas vueltas, durante unos minutos, hasta que queden cocinadas como si
fueran espinacas. Se echa todo sobre la patata cocida reservada en la cazuela, se machaca el conjunto con un tenedor (se pueden
añadir unas gotas de caldo de cocción de las patatas y la verdura) y se sazona.
Se coloca esta mezcla en una fuente honda o en platos hondos y se cubre con las pencas de acelga rebozadas. Si se enfría,
se puede calentar unos minutos en el microondas. Finalmente, se rocía el conjunto con un buen chorretón de aceite de oliva
virgen extra y se sirve.
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